El sexting en nuestros adolescentes

Los mensajes de texto se están convirtiendo en una parte central de la vida social de los adolescentes, pero en un dolor de cabeza para los padres y profesores, quienes están preocupados por el papel que juega la mensajería en el desarrollo de la vida sexual de los jóvenes.

Una encuesta realizada por el Centro Hispano de Investigación Pew en Internet, encontró que el 4% de adolescentes entre edades de 12-17 años, aseguran haber enviado imágenes sexualmente sugestivas  o casi desnudas a través de mensajes de texto. Mientras que un 15% dice haber recibido este tipo de imágenes, práctica conocida en inglés, como "sexting" o sextiando.

El término sexting ha sido aceptado para definir la tendencia de enviar o recibir imágenes, o fotos sexuales y/o entablar conversaciones sexuales através de mensajes de texto o correo electrónico.

Según el estudio, los adolescentes que tienen 17 años, es el grupo con mayor probabilidad de recibir  imágenes sexuales, el 30% de los jóvenes ha sido expuesto a este tipo de mensajería.

Las fotos provocativas suelen enviarse en primer lugar como parte de una relación romántica, un joven dijo que "La mayoría de las personas son demasiado tímidos para tener relaciones sexuales", pero que el sexting es una alternativa para ellos. Otra joven, asegura  que por lo menos 10 veces al mes recibe fotos de las partes intimas de un hombre que se quiere conectar con ella a través de correo electrónico.

Esta investigación, también asegura que muchos adolescentes se sienten presionados en compartir este tipo de imágenes, por temor a ser rechazados por los demás. Pero existe un peligro mucho más latente y es el uso de estas imágenes como un arma de denigrar a un ser humano, como es el caso de una joven, que al terminar con su novio, éste envió su fotografía  con sus partes privadas a toda la escuela, arruinando por completo la vida psicológica de la adolescente, quien obviamente no quiso regresar a estudiar.

Funcionarios advierten que los padres de familia aunque no puedan controlar el uso de la tecnología, estén atentos a los contenidos que reciben o envían sus hijos, pues el peor peligro es cuando el emisor o receptor es un depredador sexual con aberración infantil. Pudiendo incurrir en la producción y distribución de pornografía infantil y lo que es peor iniciar una situación de acoso y hostigamiento en contra del joven adolescente.

Foto by Morguefile